viernes, julio 31, 2009

deseos

abro el frasco: ya: cambios


ando ganas
de encontrar el espacio y el tiempo.


noches llenas de café y mate, té de distintos sabores, harinas que hayamos transformado en delicias que acompañaran la luna. ingredientes concientes, alimentos concretos sucios de tierra reciente, bebidas comprendidas, hojas recolectadas en la ruta de algún cuerpo que hoy comparte el espacio, hojas que se funden con el calor del agua.

noches llenas de libros y fotos, investigaciones que nos mantengan los ojos abiertos hambrientxs de búsqueda y de justicia. lectura y análisis. organización y lucha. suavidad narrativa, bronca explícita.

noches de comunión con sustancias extrañas que algún duende dejó olvidadas en una hoja que llego a nuestras manos. de baile en cuerpos, de máscaras de piel, de manos excitadas con tantos universos que reciben sus gritos, de miedos transformados en análisis profundos, en soluciones concretas, en verdades. en comunicación.

noches repletas de placer, de gritos, de risas, de baile. de natural goce, de puro cerebro, de agua y viento, de lágrimas de felicidad, de ojos sinceros, de manos llenas de energía, de cuerpos conectados, de espejos sin límites. mezcla de esencias dispuestas al sol que decide amanecer el día, deshacer la noche, y hacernos pensar cuánto viajamos, a dónde llegamos, con quién, codo con codo, con cuánta nueva revolución despertamos al día.

mañanas de nuevas infuciones, de ojos pequeños, de cuerpos que quizá no vieron la noche, o almas que no pueden volver a dormir. alrededor de una mesa, de una fogata, a la orilla de un lago, de espacios que descubran cual era el espacio en el que estábamos jugando.

mañanas de mimos en la espalda por algún dolor legendario que acompaña a las mujeres, de mimos en la espalda para algún hombre que llora y no comprende.

mañanas de empezar otra vez, del lado del camino, una ruta nueva para llegar, junto al sol, a un mediodía que nos encontrará con algún lugar para parar a escuchar otra vez la voz de lxs que viajan.

mediodías de grandes comidas para todo el barrio, de grandes lavadas de platos y vasos de distintos tamaños y colores, de espuma haciendose burbuja, de café o té de sobremesa, de sueños anunciados en un sol que decide salir con su fuerza y su luz para contarnos los cuentos de la siesta.

tardes de búsqueda, discusión, y lectura. tardes que comprenden nuevos sonidos, cómo escribirlos, cómo entenderse y fundir así las intensiones. ojos que entienden la fuga de la luz como urgencia, y por ende despliegan su arte para luego contar. cuerpos que se estiran, otros que danzan, otros que escuchan y registran todo aquello que llega a mi en forma de sueño.

tardes de más y más palabras, más y más humo, de más y más placer, mezclas de espacio y tiempo que logran que se vuelvan mezclas incoherentes, olvidadas, tan lejanas que olvidan saludar al sol que decide ir guardándose para volver a la tarde, tardecita. tardecita que ni se notó al encontrarse con la noche. noche nuevamente dispuesta a que suceda todo otra vez.



y usted preguntará por qué.

martes, julio 14, 2009

se me escapó un momento.

si me escapo un momento.

sí, me escapé un momento.

si me escapo un momento.

se me escapó un momento.